Perlas de Sabiduría – Arcángel Gabriel
Vol. 1 No. 19 - Amado Arcángel Gabriel - 26 de septiembre de 1958
Autoluminosidad de la Forma Física Externalizada antes de la Ascensión
A Ustedes Que Adoran la Energía Flamígera de Dios en Acción:
Cuando diriges tu atención por unos momentos en contemplación del glorioso orbe ardiente del sol físico, tu alma será elevada por el poder ascendente de la luz del sol a alturas mucho mayores de conciencia, incluso con la velocidad de una flecha veloz.
Mientras disfrutas del confort de sus suaves y apacibles rayos y de su iluminación de todo a tu alrededor—la bondad, la belleza y las bendiciones que te rodean, así como las apariencias de obstáculos en tu camino que tú mismo has creado—¿no te parece extraño que algunas personas no reconozcan instantáneamente que esta energía flamígera es Dios mismo en acción?
Esta Gran Presencia de Dios, la Fuente de todo, se expresa a través de sus muchos mensajeros divinos; y dos de estos son los amados Helios y Vesta, Dios y Diosa de tu sol físico. Estos seres radiantes, llamas gemelas del amor de Dios, son la fuente de toda luz que radia en el espacio hacia cada planeta de tu sistema y más allá. La naturaleza de estos seres es, por supuesto, la plenitud del amor y la sabiduría de Dios, y su voluntad es hacer únicamente su voluntad, expandiendo su magnificencia en todas partes. Es mi gran alegría y honor servir a estas manifestaciones divinas del sol.
Hoy estoy hablando en nombre de Dios Todopoderoso desde el radiante fuego del propio sol, anunciando a toda la humanidad (pues YO SOY Gabriel, el Arcángel de la Anunciación) que cada vez más del divino amor de Dios se expresará a través de las altas torres de esta actividad de faro y de The Summit Lighthouse, así como los anfitriones ascendidos y angélicos están expresando ese amor hoy.
Yo, Gabriel, estoy diariamente en la presencia del propio Dios Todopoderoso, allí para absorber la plenitud de su luz, amor, sabiduría y poder y cada don y perfección de Dios. Esta luz entonces irradia desde mí dondequiera que me mueva y a quienquiera que dirija mi atención. Sabes sin qué yo te lo diga que las sombras de la tierra huyen ante la luz; por lo tanto, la mera presencia de mi luz es la maestra de toda sustancia y energía dondequiera que YO SOY.
Cuando sinceramente contemplas la presencia de cualquier ser ascendido, quien en esa misma ascensión se ha convertido en luz misma (por ejemplo, la presencia luminosa del amado Jesús), puedes observar la energía radiante de la luz como rayos de luz visibles y tangibles que fluyen desde cada célula de su forma de maestro ascendido.
Observamos tal radiación luminosa alrededor de la amada María incluso antes de su ascensión, aunque, por supuesto, en menor grado. Esta luminosidad en el aura que la rodeaba facilitó que yo apareciera ante ella y le diera la asistencia de mi radiación al confirmar la venida de Jesús, a quien ella iba a dar a luz en forma física como parte del cumplimiento de su plan divino.
Estoy hablando estas palabras para ti hoy desde el altar de luz de este mundo en el corazón mismo del sol, cargándolas con todo su poder con la esperanza de que aquellas corrientes de vida en la tierra que realmente aman la luz no solo comprendan mis palabras, sino que también comprendan mi razón para liberarlas. Es ofrecer mi ayuda amorosa a cada uno que tenga una fe inquebrantable en la Presencia de Dios dentro de sí mismo y que, mediante un servicio activo a sus semejantes con fe y amor, me dará la oportunidad de anunciarle su propia victoria YO SOY.
Tal servicio desinteresado a Dios a través del servicio a sus semejantes atraerá hacia, a través y alrededor de él la luz radiante de su propia Presencia YO SOY y de los anfitriones ascendidos, la misma luz que iluminó a nuestro amado Jesús, María y otros de la Gran Hermandad Blanca, incluso antes de su ascensión.
Lo que incluso uno puede hacer y ha hecho, ¡todos pueden hacerlo! Si aquellos que han ido antes han externalizado la autoluminosidad a través de sus formas físicas, cualquiera y todos pueden reproducir esta manifestación en y a través de sí mismos mediante la misma devoción y dedicación a la vida que expresaron los santos.
A medida que la luz mayor de arriba es atraída hacia la forma física a través del corazón, la luz se expande instantáneamente y continúa expandiéndose más y más en cada célula del cuerpo. Esta magnífica luz viviente brillará primero a través del corazón, el sol de la forma física, luego iluminará la cabeza, y luego brillará desde las manos para que todos la vean y la amen. Entonces se despertará dentro de los mundos de aquellos que presencien esta luz un deseo de imitar la gloria a través de sí mismos.
¿No está escrito que en el monte de la transfiguración el semblante de Jesús resplandecía como el sol al mediodía?1 Esta autoluminosidad de la forma física es posible para cada estudiante sincero en el Camino, incluso antes de que ocurra la ascensión, especialmente en estos días cuando la asistencia dispuesta de toda la Gran Hermandad Blanca está disponible para todos.
Sabes que también soy, junto con Uriel, el Arcángel de la Resurrección. Y si me llamas y me pides que te ayude a lograr esta iluminación de tus cuerpos, puedo ayudarte a resucitar aquello que una vez conociste y tuviste con el Padre antes de que el mundo fuera.
Cuando tal logro victorioso haya sido manifestado por ti, apareceré ante ti visiblemente y tangiblemente diciendo, “Yo soy Gabriel el arcángel, dando a tu luz en expansión el tremendo impulso de la mía propia y anunciándote tu eterna libertad y victoria en la luz”.
En alas de luz, amor y esperanza, YO SOY Arcángel Gabriel
“The Summit Lighthouse Sheds Its Radiance o’er All the World to Manifest as Pearls of Wisdom.”
- Matt. 17:1-2; Mark 9:2-3.
Vol. 2 No. 48 - Arcángel Gabriel - 4 de diciembre de 1959
A Nuestros Graciosos Lectores Dedicados al Servicio del Amor en Todo el Mundo-
El Amado Arcángel Gabriel Habla:
«¿He aquí que el santo que nacerá de ti será llamado el ‘Sol’ de Dios?» Así le hablé a María, la Virgen Bendita, elegida por su propia pureza divina para ser la copa en la que Dios derramó la esencia pura de su propia divinidad, ¡transformando incluso la forma física de ese vaso en un cáliz de virtud viviente pero eterna! Espíritus benditos—no puedo tener otro concepto que no sea divino de cada corriente de vida—pero, desafortunadamente para ellos, muchos seres no ascendidos parecen encontrar difícil la aceptación de la Gran Ley de Dios que no hace acepción de personas, otorgando una gracia igual a todos siempre que estén listos para recibirla. ¿Crees que Jesús y María fueron seleccionados porque Dios respetaba sus personas externas por encima de todos los demás que habitaban en la tierra de Judea? No, amados hijos de la tierra—estos benditos espíritus flamígeros (Jesús y María) afirmaron tan celosamente su propia divinidad y el sol o radiancia de toda la luz de la Presencia YO SOY que dondequiera que se movían—en niveles internos era como la Presencia de una estrella ardiente. En la tierra, las páginas de la historia hasta el día de hoy resplandecen con la gloria de sus corrientes de vida, y aunque mudas para la mayoría de los oídos terrenales, innumerables multitudes en niveles internos componen himnos de tan exquisita belleza y tono en su memoria y servicio eterno a la vida que deleitan a los ángeles del cielo—¡quienes han cantado y escuchado algunas magníficas arias, os lo aseguro!
Cada temporada navideña, cuando gran parte de la atención de la humanidad está en el anfitrión angélico, lo que nos permite acercarnos a ellos, no podemos dejar de enviar nuestro propio sentimiento bendecido por Dios de gratitud y alabanza por ese don de vida y conciencia que tenemos, lo que nos permite actuar con la velocidad del rayo para inspirar y consolar a la humanidad de la tierra. No pienses ni por un momento que no caminamos entre vosotros—el servicio de los Amigos Maestros Ascendidos que amáis y el servicio de los ángeles es muy grande, mucho más de lo que la mayoría de los hombres o mujeres se dan cuenta mientras aún no están ascendidos.
Acepta esta mi carta para ti como un símbolo de memoria sagrada de las crónicas del corazón de un arcángel en memoria de mi anunciación a la Bendita Madre (pues cada temporada navideña en niveles internos re-enactamos esa escena bendita, irradiando su inspiración a través de las atmósferas de la tierra), y deja que te recuerde que el Cristo de Dios es amado universalmente en todas partes porque él es amor. Esta es también tu verdadera naturaleza, que hoy puedes amplificar sin límite hasta que, reteniendo nuestros sentimientos divinos de felicidad, el evento de la anunciación avive tus espíritus y revitalice tus a veces cansados cuerpos hasta que, en unidad con tu Presencia YO SOY y el anfitrión angélico, tú también puedas contemplar a Dios en Cristo en ti como una realidad percibida tan claramente por ti como si fuera vista a través de los ojos de un ángel.
La paz y las bendiciones de la temporada para ti–
YO SOY—Arcángel Gabriel
Vol. 4 No. 52 - El Amado Arcángel Gabriel - 29 de diciembre de 1961
¡Salve, Oh Concepto Inmaculado! La Natividad de una Idea Divina en MANIFESTACIÓN INMORTAL se mide por la comprensión de cada uno de esa idea bendita. En el umbral del Ciclo del Nuevo Año para el Planeta Tierra, YO SOY acercándome hoy con un mensaje importante para todos los que aman la Vida, para todos los que están imbuidos con el pensamiento de que DIOS desea TODA LA ALEGRÍA para TODO EL MUNDO.
Ahora, HOY, la LUZ INMORTAL DE DIOS QUE NUNCA CAE alcanza su cenit interno para el Planeta Tierra y se declara aquí el signo exterior de su expresión. Durante mucho tiempo, una era de esclavitud ha prevalecido sobre las mentes y los corazones de los hombres. HOY vengo a ANUNCIAR a los pueblos de la Tierra que el día de los conceptos limitados ha pasado—¡que ha llegado el tiempo del CRISTO UNIVERSAL!
Estoy anunciando la concepción dentro de cada mujer del hombre Divino perfecto. Estoy anunciando a cada hombre que la concepción de Dios está viva en ti para siempre. Al comprender que DIOS habita dentro de tu forma mortal y late en tu corazón—que Dios en ti es la Luz de Cristo que te convierte en Su Hijo, es la concepción de la Perfección para cada hombre y mujer. La Natividad del Cristo dentro de CADA MIEMBRO de la familia humana forma, por lo tanto, un Círculo Divino ininterrumpido de toda la vida y anuncia a los pueblos de la Tierra la necesidad de redimirse de conceptos religiosos obsoletos y distorsionados, sin importar cuánto tiempo los hayan sostenido o cuánto tiempo se hayan sometido adoradamente a sus expresiones incorrectas. La misión del Cristo de Galilea y Nazaret se implementa como Él desearía que fuera por todos los hombres aceptando para sí mismos que en verdad también son Hijos de Dios.
¡PROCLAMAD a la Tierra el amanecer de su ERA DORADA! Comenzad empujando al frente la CORRECTA COMPRENSIÓN DE LAS LEYES DE DIOS.
No temáis, pequeños hijos, es el PLAN DEL PADRE daros el Reino, que nunca puede existir fuera de ÉL MISMO. Reconócete como el CRISTO y recibirás Ángeles. Contémplate como el Cristo y dejarás de lado las vestiduras obsoletas del bien y del mal. En la Perfección sin pecado de Dios contemplarás la posibilidad de tu propio logro. Piensa en ti mismo como un Ser Ascendido, como un Ser Cósmico o incluso como un Ángel. Somos Espíritus ministrantes del Bendito Fuego Eterno; como uno de Nosotros sirves a Dios sin cesar.
La mera aceptación de la idea del Hijo Universal Cósmico brillando dentro y a través de ti inaugura tu renacimiento espiritual. La aceptación universal por todos los hombres en la Tierra de que son hijos de Dios, y la unificación de sus conceptos religiosos descartando aquellos elementos que inútilmente DIVIDEN los corazones de los hombres del UNO inunda la Tierra con la LUZ DE LA INMORTALIDAD. Una Era Dorada es precedida por la Llama Dorada de la Iluminación que produce obediencia a la Regla de Oro. Tal es la expresión del Cristo. Los individuos y las sociedades que viven de esta manera participan del Reino de los Cielos aquí y ahora.
Es inútil aferrarse a pensamientos religiosos limitados y tradicionales cuando los gloriosos Anfitriones del Cielo esperan vestir a la humanidad con las vestiduras de un joven Príncipe. ¡Qué vano es retener esos conceptos que, aunque proclaman el bien, no han cumplido el Plan de Amor del Príncipe de la Paz para todas las Naciones en la Tierra! ¡ABRID LAS PUERTAS DEL TEMPLO DE LA FELICIDAD dentro de vuestros propios Corazones, oh humanidad! Contemplad la belleza arrolladora de lo eterno mientras derrama una unción especial este próximo año. ¡Toda la Vida ha esperado durante mucho tiempo la ESPERANZA manifestada este día! Al moverse hacia un Nuevo Ciclo, sean como vírgenes prudentes. ¡Mantened las lámparas de vuestro Espíritu cortadas y encendidas!
Desde el Reino Angélico he venido, y los potenciales Marías y Josés siempre atenderán el mensaje Angélico. Viajando con prisa hacia el Pesebre en Belén, desearán manifestar al Cristo en toda Su plenitud de DÍA EN DÍA. Sus cualidades humanas como pastores arrodillados adorarán lo Divino dentro de ellos—que es su VERDADERA VIDA. Sabiamente traerán a esta Adoración (como los Magos de antaño) los mejores dones de la Era Dorada, la Iluminación Dorada de Cristo sin fin, la mirra de la discriminación contra toda locura, y el incienso de un corazón adorador cuya voz derrama incesantemente su Alabanza al SER ETERNO, que conoce, es conocido y es «YO SOY».
Adorando Tu Presencia Divina—“YO SOY” anunciando
Tu propio CONCEPTO INMACULADO alcanzado por todos,
ARCÁNGEL GABRIEL
(Esta instrucción llega a ti a través de la cortesía amorosa de los Maestros Ascendidos de Darjeeling, India, Consejo de la Voluntad de Dios, del cual TODOS los Huéspedes Ascendidos son Miembros.)
Vol. 7 No. 44 - Amado Arcángel Gabriel - 30 de octubre de 1964
VI
La Maternidad Mundial
Amados que se Preparan para el Mensaje de su Identidad en Cristo:
YO SOY Gabriel, quien se encuentra en la Presencia de Dios para revelar a los hombres el Concepto Divino de la Madre del Mundo. En esta santa temporada, cuando el velo se levanta parcialmente y los rostros de los hombres se vuelven hacia arriba para contemplar el esplendor del Hijo de la Justicia, brillando en Su fuerza, YO SOY venido para anunciar la Unidad de El Cristo entre todas las naciones y pueblos. El nacimiento del Principio Crístico en los corazones de los hombres es una de las manifestaciones eternas de la naturaleza divina del hombre, tan bellamente demostrada por nuestro Señor Cristo Jesús.
Cuando tuve el privilegio de escuchar la anunciación de Su venida tal como fue hablada por Dios a través de Mí a la Amada María, recuerdo la gran alegría que resonó a través de los éteres desde los corazones de los ángeles de Mi Banda mientras se encontraban en santa comunión alrededor del sagrado vaso de aquella que habría de llevarlo en su viaje terrenal. La radiancia del Cristo que ya brillaba a su alrededor era trascendente de contemplar, más hermosa que cualquier imagen terrenal jamás vista por los hombres o pintada sobre lienzo, porque en esta unión sagrada con el Espíritu Santo, manifestándose a través de la Conciencia Materna, estaba el sentimiento de Amor infinito descendiendo desde el mismo Corazón de Dios, y el poder de ese Amor, cuando fue recibido en el cáliz de la elegida por el Concepto Inmaculado hasta la misma ciudadela de la creación, realmente se coagularon para formar al Niño Divino perfecto de Dios.
¡Cuántas veces he pensado en la hora en que el núcleo de Luz es magnetizado por el corazón de la Madre! Anclado en el mundo de la forma, reúne energías desde los mismos rincones del universo que son traídas a la mente, cuerpo y alma del nuevo ser que llega, de manera que realmente se puede decir que el hombre lleva en sus propios huesos las esencias secretas de las mismas estrellas, de galaxias que se extienden hasta Andrómeda y los confines del despliegue consciente de Dios. A medida que estos rayos de luz son magnetizados a través del lente de la Conciencia Materna, la imagen se forma de acuerdo con la pureza de corazón mantenida constantemente por la elegida. Así, el oficio de madre en la tierra está destinado a reflejar la actividad espiritual de la Madre del Mundo al retener el Diseño Divino para cada hijo de Dios a medida que desciende desde el Corazón del Padre para cumplir Su santa Voluntad.
El advenimiento del nacimiento del Cristo ofrece a las madres de todo el mundo la oportunidad de contemplar con la Amada María la sagrada confianza que se ha dado a todos en esta santa temporada. Que todos aprendan una lección de gracia de la vida de la bendita virgen cuya pureza de corazón fue tan grande que el mismo Diseño de Dios no fue impedido al ser liberado a través de su corriente de vida para dar al Amado Jesús la forma y la conciencia necesarias para su triunfo final durante los treinta y tres años de su victoriosa encarnación.
Como parte del mensaje séptuple dado a la humanidad por los Arcángeles en esta temporada, deseo dar a cada lector de Nuestras Palabras el sentimiento de maternidad mundial, el sentimiento de estar a la vez bajo la sombra de los Brazos Todopoderosos del amor del Padre, mientras sostiene a la humanidad en las alas confiadas del amor de la Madre del Mundo. Porque sois administradores de Su obra y, como tal, sostenéis a la raza en la suave radiancia del amor Padre-Madre, tal como se os imparte. Se necesita ejercicio espiritual para manifestar este aspecto de la Divinidad, así como es necesario el ejemplo de la filiación.
La acción completa del Orbe de la Trinidad manifestada por cada corriente de vida es esencial antes de que se reconozca la maestría individual. Porque a cada hombre, mujer y niño, en una hora determinada de su misión, se le llama a SER PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO para la Vida. Observad la compasión de Jesús cuando “sufría a los niños” para que vinieran a Él (Mateo 19:14) y perdonó a la acusada de todas las formas de maldad (Juan 8:1-11). Recordad su autoridad al expulsar los siete demonios (Lucas 8:2) y negarse a que la Casa de su Padre se convirtiera en una cueva de ladrones (Marcos 11:15-17). Como hijo, se encontraba enseñando y predicando en las sinagogas, llevando la radiancia crística de la Llama de la Iluminación a los conceptos moldeados de los ancianos (Lucas 2:46-49).
Y así, al recordar en Navidad el papel del Cristo, el pequeño bebé en los brazos de María, protegido por el gentil José, levantémonos en espíritu para comandar la Llama Triple de la Vida para darnos una dedicación renovada a una acción más equilibrada de la santa Naturaleza de Dios; apelemos a la Madre del Mundo por la gracia para manifestar el amor sin cesar; apelemos al Padre por la fortaleza para hacer lo que sabemos que debe hacerse; y vivamos siempre en el Cristo de nuestro propio Ser y reclamemos esa Filiación que nos fue dada “desde el principio.”
Oh, Dios Nuestro Padre, oramos por la humanidad para que puedan verte y conocerte a través de Tu propia Anunciación del cumplimiento de Tu Trinidad en todos. Llamamos a los corazones de Tus hijos en todas partes y apelamos a la Gran Llama de la Vida en ellos para elevar sus rostros, también, así como el de la Bendita Virgen se volvió hacia el Mío propio, y pedimos que la alabanza del Concepto Perfecto de su propio Ser resuene desde sus labios como las campanas de Navidad repican la canción eterna de Libertad, de Libertad, y de Paz en la tierra, ¡Buena Voluntad hacia los hombres!
YO SOY de pie en la Presencia de Tu Dios, esperando traerte el Mensaje de tu propia Identidad en Cristo, cuando estés listo.
GABRIEL
Vol. 7 No. 13 - Arcángel Gabriel - Marzo 27, 1964
LA PALABRA RADIANTE
La Presencia Inmortal Respirante del Cristo Viviente
Mensaje de Pascua del BELOVED ARCHANGEL GABRIEL dictado el Domingo de Ramos de 1964
Yo soy Gabriel, ¡quien está en la Presencia de Dios! Al venir a ustedes esta mañana, traigo conmigo una Llama de Pureza Cósmica que en toda su Radiancia y Perfección barre no solo a aquellos de ustedes que están aquí reunidos, sino también a todos los individuos bendecidos sobre el cuerpo planetario, a aquellos que están encinta y a aquellos que nutren una Concepción Cósmica para traer mayor Libertad a la humanidad.
¡Oh, seres preciosos de las octavas de la Tierra, durante tanto tiempo la humanidad ha alimentado conceptos imperfectos que hoy, en esta hora presente, no reconocen la trascendencia de la Luz Cósmica, mientras su Gran Pureza se derrama para sostener todos los universos en el Espacio Interestelar en sus órbitas perfectas y en el mismo dictado de la Idea Divina donde la Voluntad de Dios es nutrida, amada y valorada!
Queridos, durante muchos años han acariciado en sus corazones la idea de encontrar su Libertad, pero no siempre han sabido cómo sería obtenerla. Permítanme decirles, seres bendecidos, que todas las experiencias por las que han pasado en esta Tierra son solo un latido en los grandes reinos celestiales del «Tiempo». Me refiero a ellas como en tiempo porque esta relación les permite, queridos, asimilar y pensar en términos del Infinito expansivo. Queridos seres de Luz, todo lo que ha sucedido en sus preciosas corrientes de vida desde que por primera vez extrajeron la Llama Sagrada y fueron encarnados por primera vez en este cuerpo planetario es solo un momento a los ojos de Dios. Porque Su Concepto Inmaculado de ustedes nunca ha disminuido y, lo que es más, nunca lo hará.
El mismo Amor que fluía a través de las colinas y sobre la tierra de Judea, y encendía los corazones del pueblo con amor, hoy barre la Tierra con renovada pasión para llevar a los hombres a una realización, en medio de toda disonancia humana y decadencia, de la poderosa Virtud que reside dentro del Corazón Cósmico de Dios, que no puede ser violada o desechada, que no puede ser castigada o llevada a la nada bajo ninguna condición. La humanidad, en su manifestación de imperfección, no ha hecho más que intensificar una acción de dolor en sus propios mundos individuales que no les ha traído el Consuelo Divino que la Gran Ley requiere.
Queridos, algunos de ustedes están familiarizados con el arte de cierto caballero que sacó y pintó para que muchos disfrutaran la pintura del «Ángel Guardián». Permítanme llamar su atención hoy a esa preciosa pintura, que retrata a dos niños sobre un puente como si fueran a caer en un gran abismo y muestra la Radiante Protección de las Huestes Angélicas que rodean a esos preciosos niños y los guardan a lo largo de sus vidas. Permítanme decirles, queridos, que no solo en los momentos de aparente peligro los Ángeles Guardianes están de guardia, sino también en aquellos momentos de peligro que no son percibidos por los individuos, cuando las fuerzas psíquicas y viciosas sobre este planeta, como un torbellino de odio, se sueltan para saturar la conciencia de la humanidad de acuerdo con los planes y propósitos de las hordas de sombras. Porque si pudieran, atraerían a todos hacia un vacío de la nada para derrotar los planes de Dios. ¡PERO, NO PASARÁN! Porque las Presencias de Vida de los Ángeles Guardianes asistirán a todos los que deseen alcanzar su Victoria.
Algunos de ustedes están familiarizados con la creación de «Fantasía» y comprenden que en las escenas finales, con el toque de la gran campana, se manifiesta la Victoria del Cuerpo Planetario y de toda la Vida Elemental sobre él. Permítanme decirles, queridos, que cuando el Plan de Dios se haya cumplido plenamente en este Cuerpo Planetario, no habrá corazón adolorido en ninguna parte de la Tierra y esto incluye no solo a aquellos manifestados tangiblemente en formas de carne, sino también a aquellos que han dejado el cuerpo físico y permanecen en los llamados reinos astrales; porque estos serán liberados, todos y cada uno de ellos. También incluye a la Vida Elemental que durante tanto tiempo ha servido a la humanidad y ha atendido todas sus necesidades con la mayor diligencia y, sin embargo, en muchos casos, apenas han recibido una pizca de gratitud por todos sus servicios.
Queridos, estoy seguro de que se dan cuenta de que si todos ustedes fueran hoy dotados (en su estructura social actual) con un millón de dólares para que nadie tuviera que trabajar, las diversas tareas que hasta el día de hoy realizan aquellos entre la humanidad que sirven las necesidades de otros no podrían ser realizadas a menos que estuvieran dispuestos a turnarse para hacer las tareas necesarias y aparentemente menores.
Bien, queridos, llamo su atención bendita sobre el hecho de que los mismos átomos de sus cuerpos físicos y las mismas neuronas de sus mentes, por así decirlo, están compuestos de una Sustancia preciosa que fue liberada originalmente de la Gran Luz de Dios, porque Dios es el Padre de todos, amando cada átomo de Su propio Ser que ha otorgado así a la Creación como electrones que fluyen hacia la manifestación. Naturalmente, es la Intención Divina elevar cada uno de estos preciosos electrones, átomos y moléculas hacia la plenitud de su Radiante Intención Divina y liberarlos de la imposición de discordia humana que durante demasiado tiempo ha sido impuesta sobre ellos. Porque esta es la Intención Divina y porque el hombre desea tener una forma física a través de la cual manifestarse, pueden ver que aquí hay una dicotomía; porque la misma forma física que manifiestan está compuesta de sustancia encarcelada que sirve a todas sus necesidades.
Queridos, ¿ven ustedes que en el Radiante Plan de Dios es necesario que haya una expansión progresiva desde el Origen Cósmico de las cosas de regreso al Radiante Corazón de Dios para que se manifiesten los pralayas, para que llegue a pasar que en los Manvantaras podamos enviar la Llama Cósmica para expandir y exhalar el Universo de acuerdo con los antiguos Vedas, y luego, después de que se haya realizado la gran exhalación, para atraer todo lo que ha sido creado a ese Período Cósmico de Reposo Nirvánico, para que ocurra una más noble y grandiosa exhalación mientras el Universo expansivo avanza de acuerdo con la Santa Voluntad de Dios.
Yo soy un Arcángel que sirve las necesidades mismas de la humanidad. Cuando hace mucho tiempo en la tierra de Judea me presenté y hablé a María diciendo: «AQUELLO SANTO QUE SERÁ NACIDO DE TI SERÁ EL HIJO DE DIOS», fue el cumplimiento de la Llama Cósmica que exhaló en el Nombre de Dios para realizar LA PALABRA que fue enviada, no para ir a la nada, sino para salir adelante de acuerdo con el Propósito Cósmico, para que la Luz misma de Dios fuera tan grandemente Magnificada que la humanidad reconociera que el Poder de la Luz sobre la oscuridad y la sombra era una realidad ahora a través de la manifestación de la Presencia del Cristo.
Queridos y Amados,
¿Saben que al venir a ustedes esta mañana estoy acompañado por miríadas de Ángeles? De hecho, al descender en esta ciudad de Washington, me acompañaron diez mil Ángeles de la Llama de la Resurrección. Pero el logro más significativo es este: al exhalar sobre ustedes la Llama de la Resurrección esta mañana, nos hemos unido con noventa mil Ángeles más de la Llama de la Resurrección pulsando en los éteres sobre esta ciudad para convertirla en una Ciudad de Luz de Alabastro, donde la Presencia de Dios pueda tomar su DOMINIO sobre la Tierra y afirmar el Poder y la Gloria de Dios en este mismo Gobierno, un Gobierno que a veces, a través de la estrechez de los conceptos humanos, priva al pueblo estadounidense y al mundo de la Victoria de su propio Ser y de la completa manifestación del verdadero Gobierno Constitucional que está en acuerdo con el propio dictum de Libertad de Saint Germain.
Queridos, mientras les hablo, me recuerdo de una película que se creó hace muchos años llevando Mi Nombre. Se tituló «Gabriel sobre la Casa Blanca». Bueno, no estoy solo sobre la Casa Blanca, sino que estoy sobre toda la ciudad de Washington para exhalar este día la Llama de la Resurrección en conmemoración de la llegada de esta temporada tan maravillosa y significativa, cuando la Gran Hermandad Blanca puede derramarse a través del reino floral y el reino angelical hacia el reino de los corazones humanos, la gloriosa Radiación del Cristo Viviente. Porque es la Luz del Cristo la que transmutará toda sustancia densificada y permitirá a la humanidad obtener un mayor entendimiento de la Radiación de Dios que reside dentro de sus corazones.
¡Oh, cuánto deseamos intensificar esa Luz, cuánto deseamos, seres bendecidos, glorificar esa Luz! Porque queremos liberarlos. Queremos romper los lazos que los atan a sus propias formas terrenales y a su densidad, e iniciarlos en la grandeza de su propio Ser espiritual, lo que los convertiría en la Presencia Inmortal y respirante del Cristo Viviente. Y este será el mayor honor y la mayor lealtad que puedan pagar jamás al Amado Jesús y a Su Santa Madre: permitir, digo PERMITIR que esa Llama tome su dominio dentro de su mundo y decir a toda la creación humana: «¡Apartaos, no tenéis poder sobre mí! Soy un Ser sin muerte; Soy la Presencia de la Vida y mantendré para siempre la manifestación de esa Presencia en Su Santo Nombre».
Absorban ahora la Llama de la Resurrección; dejen que sus formas se saturen con Ella; retengan en la Conciencia su Poder. ¡Pueden ser catalizadores de esa Llama donde quiera que vayan! ¡Pueden ser Nuestros Emissarios, los Emissarios de las Huestes Celestiales! Pero esto debe ser una ofrenda de su propia Presencia de libre albedrío. Dios les ha dado el libre albedrío para hacer, para saber, para mantener silencio en adoración y para vivificar la manifestación de la Imagen Divina, el Concepto Celestial que Yo Soy.
¡Christo Resurrecto Salvete! ¡Oh Santa Luz del Templo Sagrado, sal de la cueva de la materialidad y manifiéstate en la Pantalla de la Vida como el Victorioso Cristo Resucitado! ¡Que todas las palmas ondeen en hosannas a Dios en lo Alto, Quien ha dado a la Tierra su Victoria!
Les agradezco y en la luz de la Mañana Eterna les deseo buenos días, buenas tardes y buen día.
22 de marzo de 1964
Washington, D.C.
Vol. 8 No. 49 - Arcángel Gabriel - Diciembre 5, 1965
Vol. 9 No. 51 - Amado Arcángel Gabriel - 18 de diciembre de 1966
La serenidad inefable de Dios, la luz tranquila que inunda el cielo nocturno con esperanza, es la alegría de las huestes angélicas. Con la llegada de cada nueva temporada, las manos innumerables de los hombres se extienden hacia una nueva esperanza, defendiéndose a sí mismos y a los fieles contra los ataques de la malicia humana y la negación, señalados tan claramente en el episodio del posadero que, al ser abordado por José, no encontró ni en su corazón ni en su posada un lugar para el Mesías infante.
Nuestra aclamación hecha a María penetra hoy en el mundo y está destinada como un elogio a cada madre, para que reconozca el despertar de lo que está dentro de ella como el hijo de Dios. Hay espacio de sobra en el corazón universal para aquellos que no encuentran un juego de adivinanzas en las majestuosas auras del universo, sino más bien una ley definitiva de amor infinito que fluye, no solo desde el corazón de un arcángel, sino también desde todos los seres cósmicos y ángeles, incluso hasta los pequeños querubines que rodean con majestad a cada alma ascendente, en cualquier estado de su evolución, cuando el corazón abre ampliamente sus puertas para invitar y dar la bienvenida a las huestes angélicas en comunión asistida.
Raramente es reconocido por la humanidad que anhelamos servir, pero donde no hay fe en nuestra existencia o en el amor que tenemos por la humanidad, hay una valla erigida que impide la respuesta a vuestra oración. Vedlo y testificad por vosotros mismos, entonces, que en el drama de la Anunciación hay un reconocimiento de los rayos de luz que fluyen desde el mismo citadel del corazón de Dios para formar y vivificar las almas de los hombres –
Que sus almas no sean vivificadas
No es culpa de la Ideación Divina
Sino que es culpa del fracaso del hombre
En respuesta a la adoración cósmica –
Reconocimiento y bendición de las huestes angélicas
Así como los reyes pastores
Que cuidan de sus rebaños espirituales por la noche
Sirviendo, desde los octavos de los maestros ascendidos,
Donadores de inmensidades cósmicas,
Liberados con el poder y la furia de las intensidades del cielo,
Comprimiendo la conclusión del antiguo drama
Que no muestra glamour ni brillo sino el oro
De los fuegos celestiales del molde de la sabiduría.
A nuestro nivel, hay una liberación continua
De lo benigno en el mundo de la forma,
Pero el hombre debe sostener la compasión
Por los esfuerzos de los cósmicos:
Y el reconocimiento debe ser pagado
A los esfuerzos que hemos hecho
De lo contrario, muy, muy lejos
Parece el destello de la orilla del cielo
Mientras mira a través de la densidad mortal
Negando al hombre para siempre, para siempre.
No hay intención, digo a la humanidad
Para manteneros atados o ciegos
Porque la libertad es la esperanza cada hora
Que repica desde la torre santa del cielo
La oración por la pureza resuena
En estrella, en firmamento, en ti:
Habla de doctrina, ancianos escupen <1>-
A todo lo que compone la voluntad mortal –
Y muestra que en el tiempo del principio
El poderoso misterio todo sublime
Fue atrapado dentro del corazón del Padre
Y tejido en los telares de la luz
La sustancia de la vida inmortal,
Las vestiduras que los hombres pueden usar y compartir
De alegría y bienaventuranza justo donde
Yo Soy la llama que aparece brillante
Para destellar a través de la noche
Y formar una estrella justo donde estás:
¡He aquí que hago todas las cosas bien!
Hombres y mujeres graciosos del planeta Tierra,
No hay servicio que podamos ofreceros
Que no estemos dispuestos a hacer.
Sólo hay la necesidad de reforzar
Dentro de vuestros corazones con velocidad divina
La aceptación del mensaje celestial,
Satisfaciendo la necesidad de la humanidad.
Cuando el mensaje del Cristo
Fue recibido por María,
Y cuando brilló
Sobre las colinas de Judea
La inspiración del Magníficat,
Fue un canto, inspirado por Dios
Cargado con el fuego sagrado de la raza anciana
Que los mantuvo llenos de deseo de Dios,
La voluntad de mantener su paso.
En los «días antiguos del arte», entonces,
Ocurrió que los hombres
Prestaron atención a los dictámenes del cielo
Y las huestes angélicas se comunicaron
Cara a cara con los hombres no ascendidos
Ayudándolos a trabajar su destino
Y ser liberados victoriosamente
De los octavos de la mortalidad
A la gracia inmortal y la estatura
Del Dios viviente.
Permíteme apresurarme a expandir dentro de la humanidad
El único pensamiento sincero
Que es el más grande en su pertinencia
A la necesidad de la humanidad en cualquier momento:
Dios ha obrado todas las cosas
Y como él diseñó y propuso al hombre,
Era para transmitir la plenitud completa de su plan
El reino de completo disfrute,
Felicidad, virtud y confianza en el plan
Al cual el hombre debe aferrarse
Sin fallar –
Porque a través de las hebras titilantes de la penumbra del error
Resplandece una luz sagrada a lo largo de todas las tierras –
Es el Cristo, el Hijo, el Santo,
Apareciendo como un hombre
Vestido con el Sol de la justicia,
Cuyas olas curativas alcanzan todos los mundos.
Él planta su bandera como un Dios majestuoso
Y levanta en justicia
La bendita ley que él pisoteó –
Por la obediencia al amor.
En este día, cuando el camino recto y estrecho
Ha sido pervertido por el estruendo
Del sonido estúpido del error
Parece, ¡ay!, a los hombres
Que la ley de Dios no abunda
Con la felicidad que buscan,
Y así hieden
Con el hedor del antropomorfismo fétido –
Un dios hecho a su imagen –
Y no conocen la belleza de la Ley
Que grita: «¡Está terminado!»
Para el yo oscurecido,
Y eleva fuera de la sustancia oscurecida
La estrella viva de la victoria.
Yo Soy Gabriel desde el Sol
Yo acclamo a todos
Para buscar el firmamento de su ser
Que allí la misma estrella
Deben estar viendo
No empañará el intento de Dios
De liberar a todos los que están atados
Por el ciclo insensato del hábito
Para romper el sonido de la vana opinión,
Reemplazándolo por el diseño de Cristo magnífico.
Con el amor y los saludos
De los siete arcángeles, vengo
Y al regresar al cielo
Para unirme a los coros angélicos desde lo alto,
Oh, sabed, cada uno
Cuyos corazones arden con luz,
Que Yo Siempre estoy cerca.
En memoria del Señor Cristo, permanezco,
ARCÁNGEL GABRIEL
Vol. 12 No. 49 - Arcángel Gabriel - 7 de diciembre de 1969
La Imagen Intensa y Ardiente del Cristo Viviente
A Aquellos Cuya Esperanza Está en Su Amor:
¡Compasión, oh, cuán dulce eres! La confluencia del destino humano, extraída de grandes madejas de luz cósmica, teje un manto de renovación para el mundo que nunca es más evidente que en esta bendita temporada del año.
El advenimiento de lo siempre nuevo es resurgente, edificante, gozoso, rebosante de esperanza. Nosotros, los arcángeles, conscientes de la belleza de la pureza que como un manto de blancura nevada cubre la tierra estéril, vemos en las diminutas matrices semejantes a diamantes de los cristales congelados los puntos de luz filigrana que revelan las maravillas de Dios en la naturaleza.
Pensamos en la gran esperanza del Padre de todos por cada alma que se acerca a las puertas del nacimiento. Con qué alegría el alma tiembla momentáneamente en el cáliz antes de pasar por esa puerta hacia la forma diminuta del niño-hombre físico, cuyo pequeño corazón expectante espera a través de la larga noche los preciosos primeros rayos del amanecer dorado. Ahora las cosas viejas llenas de miedo son puestas de lado, y la alegría es acariciada como un orbe de poder; la fe intangible pero luminosa está a punto de hacerse tangible una vez más, y la esperanza de cumplimiento se convierte en el cumplimiento de la esperanza.
Recuerdo que en mi visita a María, se me encomendó antes de mi contacto con ella beber profundamente del cáliz de la certeza universal y la esperanza para poder transmitir esa esperanza en mis primeras palabras «…Ave, llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.» (1)
La preparación de las huestes angélicas que se lleva a cabo tras bambalinas rara vez es reconocida por la humanidad; pero entonces, ¿piensan aquellos que no son parte de las variadas compañías dramáticas del mundo en las horas de larga preparación, en la selección cuidadosa para los papeles, en el aprendizaje de los diálogos, en los ensayos interminables y finalmente en la magia del momento de la presentación?
Cuán pocos en el mundo hoy en día se preocupan por la presentación adecuada del deseo del Padre. Sin embargo, os digo hoy que el deseo de Jesús y el deseo de la humanidad en lo que respecta a la verdadera realidad son uno; por lo tanto, la canción «Jesu, Joy of Man’s Desiring» transmite efectivamente la idea de que el deseo del Cristo universal es también el deseo del hombre universal.
«…No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.» (2)
Aquellos cuyos corazones son como piedra, aquellos cuyos mundos emocionales, cuya totalidad de ser y conciencia permanecen inalterados por las virtudes y pensamientos del cielo, tienen poca idea de todo lo que se están perdiendo; ni tampoco se dan cuenta del alto costo de su demora en perseguir las cosas del Espíritu. Aún así, su misericordia permanece para siempre. (3) Y así, con las meras migajas que caen de la mesa del Señor, la humanidad queda satisfecha por un tiempo hasta que, una vez más, las pasiones lobunas de los hijos de la oscuridad toman el control de las esferas políticas, religiosas, educativas y sociales del mundo; y entonces se dan cuenta, demasiado tarde, de que las palabras más tristes de lengua o pluma son realmente «Podría haber sido el reino… ¡podría haber sido el reino!» (4)
Primero los oscuros destruyen la fe de los hombres en el plan divino, y luego destruyen la fe del individuo en sí mismo. De este torbellino de destrucción, (5) el hombre emerge con un sentimiento de impotencia absoluta y, sin saber qué camino tomar, impugna la pureza del corazón de su hermano. Así, el misterio del plan divino que se revela en el radiante fulgor del Cristo-tiempo se pierde tras las nubes de la miseria humana y la negligencia humana.
Este año, nosotros, las huestes angélicas, hemos decidido ser realistas en más de un sentido. En primer lugar, revelaremos la realidad de Dios en toda su deslumbrante belleza, y luego mostraremos la falta de practicidad de las actividades mortales que en todos estos siglos han dado tan poca luz a un mundo hambriento, a un mundo que anhela el toque de la realidad de Dios.
Deben entender que el príncipe de las tinieblas es astuto y que, para los inocentes de corazón, sus maquinaciones son casi increíbles. Por ejemplo, los hijos de Belial, disfrazados como ángeles de luz, permitirán que los atrapen momentáneamente comportándose muy mal, pero lo harán de manera limitada donde solo unos pocos puedan observar. Cuando aquellos que presencian su comportamiento, por honor, lo hagan saber a otros, el disfrazado señalará con el dedo acusador a aquel que dice la verdad y se atreve a exponer la mentira. El lobo con piel de oveja (6) luego se retirará detrás de una máscara de inocencia, ocultando la negrura de su corazón de las multitudes, habiendo logrado su propósito mediante la propagación del veneno del odio contra las almas que tienen el coraje de defender la verdad y la justicia.
Pero yo digo, no temáis; porque el Señor está contigo, quienes sostienen la verdad en el dominio del mundo, quienes tienen el coraje de considerar que la protección de la juventud, de los ancianos y del diseño divino en la deslumbrante blancura de su pureza, es de mayor valor que todas las demás condiciones. Estos se asegurarán de que la imagen del Cristo se preserve no solo en la temporada navideña sino también a lo largo del año. Estos entenderán que las huestes angélicas son mensajeros de buenas nuevas para los hombres de buena voluntad en todas partes, y que estamos decididos a estar al lado de aquellos que tienen el coraje de sostener la ley del amor, la ley de la luz, que es el sol de la verdadera iluminación, y la ley de la vida que valora, más que el transitar del pequeño yo, la emancipación del alma como hijo de Dios.
Ningún hombre puede engañar por mucho tiempo a los poderes del cielo, pero el cielo debe mantener un concepto inmaculado hacia el mundo; porque solo Dios es real, y solo la justicia y la bondad perduran. Cuando los arcángeles, por lo tanto, anuncian la venida del victorioso Hijo de Dios que cambiará el camino en el cual el mundo ha elegido caminar, podéis prepararos para el tiempo cuando los hombres estudiarán para mostrarse aprobados delante de Dios, (7) cuando dominarán las ciencias y las artes como vehículos de la plenitud de Cristo, cuando fundarán universidades del Espíritu cuyos educadores atesorarán las vidas de los jóvenes como un preciado tesoro, cuando anhelarán la presencia de las huestes angélicas y la sabiduría y el sentimiento del amor de Dios que ellas imparten, cuando clamarán por la ennoblecimiento de la música y el tono sagrado del servicio prestado por el servicio, y cuando harán todas las cosas bien en el nombre del Maestro.
Cuando todo esto llegue a pasar, entonces nosotros, en el nivel arcangélico, sentiremos que nuestro trabajo de conformar los sentimientos del hombre en la imagen divina, en el concepto de Cristo, finalmente ha comenzado a escala universal.
Pero hasta que los hombres se acerquen a Dios con más que sus labios, (8) estas cosas nunca podrán ser así. Por lo tanto, os pido que escuchéis mis palabras pronunciadas a vosotros en esta temporada y que moldeéis a partir de ellas una imagen intensa y ardiente del Cristo viviente dentro del pesebre de vuestros corazones. Ved a todas las huestes del cielo ministrando tanto a vuestra propia vida como a las vidas de toda la humanidad, y ved cómo esta visión se expande y se comunica a otros. Vivificad y elevad la imagen de Cristo en la conciencia de los millones de evoluciones terrenales, sabiendo plenamente que Dios está pensando con vosotros mientras vosotros pensáis con Él.
¿Entenderéis, entonces, la necesidad de rechazar la oscuridad? Y alzar los brazos del corazón, ¿os abrazaréis a vosotros mismos los preciosos secretos de la luz misma como iluminadora del mundo?
Porque la luz de Dios Es siempre su verdad, Porque la luz de Dios Es siempre la sutil prueba Que hombres y ángeles buscan La fuerza de la gloria que brilla humildemente Dentro de los ojos suaves del Hijo, Cuyo corazón es siempre uno Con el Padre desde lo alto, Radiante como una estrella que se acerca: YO SOY la Misa de Cristo, brillando intensamente, Realidad de la luz del cielo.
En pureza y verdad en el amor de Cristo, yo permanezco
Arcángel Gabriel
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Lucas 1:28.
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Lucas 1:30-31.
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I Crónicas 16:34.
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John Greenleaf Whittier, «Maud Muller»: Porque de todas las tristes palabras de lengua o pluma,/ Las más tristes son estas: «¡Podría haber sido!» estrofa 53.
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Proverbios 1:27.
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Mateo 7:15.
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II Timoteo 2:15.
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Mateo 15:8.
Vol. 13 No. 49 - Arcángel Gabriel - 6 de diciembre de 1970
La Corriente Cósmica
A aquellos que buscan con todo su corazón: Buenas nuevas de nuestro Padre
¿Por qué vacilaréis en asuntos de compromiso del yo con el Yo, cuando el concepto inmaculado espera ser reconocido para transmitir el refugio de la seguridad eterna a todos? El manto del Señor es el milagro de cada momento; pues es un manto eterno, vistiendo al hombre con el estado mental que no se conmueve por las desventuras de los hombres. Sin embargo, la vida persigue y desafía a los hombres una y otra vez; porque la vida es Dios manifestándose tanto en el camino bajo como en el alto del aventurero.
Cuando el milagro del momento de la anunciación se acercaba, fue con la alegría del mensajero cósmico que me presenté ante el alma pura y bella, María, y le traje la realización del Cristo que mora dentro. (1)
La gestación de un mesías puede ocurrir en un sentido verdaderamente espiritual dentro de todos, pues tanto hombres como mujeres han recibido la naturaleza andrógina de Dios y están calificados para actuar como receptores de su vida. El ‘niño pequeño’ es, en realidad, solo ‘joven’ y solo ‘niño’ para que pueda encajar en el cubículo de sus vidas. En realidad, un Dios nace dentro de ellos, a través del tejido de sus propias almas.
La comunicación de estos ideales es la dulzura del cielo. Pues la imagen del Cristo no fue destinada a ser quebrantada por los hombres en una prodigiosa duda para las edades, aquel YO SOY que antes de Abraham ya era un fragmento de Dios mismo venido a la tierra, como en la estrella en su aparición, legando a todos esa divina hermosura que es propia de ellos.
Tan a menudo los hombres piensan en términos de ‘alto’ y ‘bajo’, como si el alma, recién salida de la mano de Dios, pudiera reducirse a las cenizas de su pensamiento, quemada y vacía, o como si pudieran elevarse tanto que los hombres no pudieran tocar sus pies. De esta manera, es la voluntad del cielo transmitir a todos los que escuchen en este planeta la realidad de la grandeza de Dios que está dentro de ellos mismos.
Esta grandeza no está destinada a ser un desafío para todas las almas, sino una aclamación de paz y buena voluntad, y un fortalecimiento del vínculo entre el cielo y la tierra. Pues los propios elementos se regocijan al recibir el mensaje de su venida, conocido por el hombre como un pequeño bebé que anida su propia mano en la de su madre.
Y si, como Arcángel, parezco demasiado alto para ser real, permítanme apresurarme a asegurarles que una llamada hecha a mí antes de que duerman cada noche está destinada a dar fruto de gracia cósmica en sus vidas, ayudándoles a nutrir al Cristo infantil dentro de ustedes hasta la juventud, la edad adulta y al estado de maestría sagrada, cuando todas las energías de su ser, pertenecientes a Dios, exhibirán una vez más el rango completo del logro de Cristo, un tributo a la Madre Cósmica y un regocijo para cada ángel en el cielo.
Amados corazones en esta tierra, tan a menudo vuestras mentes están llenas de las muchas cosas del mundo que os convertís, casi trágicamente, en receptores de energías negativas y destructivas. Ahora, en la temporada en la que celebráis el nacimiento del Cristo, ¿permitiréis también que sea un renuevo de vuestro tributo a su estado de conciencia, que vive tan hermosamente en los éteres cósmicos por toda la eternidad? Así como sus palabras no pueden pasar, (2) así también su imagen y la belleza de su corona de cumplimiento de propósito deben permanecer como un tributo para cada hombre.
Mientras también vosotros, siguiendo sus pasos, arrojáis vuestras coronas ante su trono, dad cuenta de que detrás de este logro, que es tanto simbólico como real, está el verdadero dominio de vuestras vidas según el cielo pretende. Las circunstancias externas son la prueba de vuestra fe; pero la gestación de la conciencia crística, el cumplimiento de vuestro destino espiritual, es vuestro objetivo. Aquellos que son demasiado sofisticados para aceptar el reino de los cielos y su realidad, aquellos que no se convierten como un niño pequeño (3) para que puedan recibirlo, a menudo tiemblan al borde de la autodestrucción; pero, si las esperanzas del cielo se cumplen, también gestarán con alegría.
La conciencia crística es el más alto tributo que pueden ofrecer a Dios mismo. No lamentarán haber dado este regalo de sí mismos de vuelta al Padre que lo dio, pues en su recepción de este suave regalo del yo, aparecerá el resplandor de lo que realmente son. Y mientras el regalo de Dios desciende sobre cada corazón esperando, la alegría del reino espiritual será completa, y no terminará como tantas cosas en el mundo finito. Continuará eón tras eón, subdividido en los ciclos de los años, de los meses y de los días, para enriquecer las vidas de incontables millones.
¿Y qué diré de la altura y profundidad del amor de Dios? He hablado solo para que vuestra alegría sea completa, que vuestra fe sea infantil, inamovible, eterna, y semejante a la fe que vi reflejada en el corazón de María hace tanto tiempo.
¿Os colocaréis en la corriente cósmica, aliados con el esfuerzo universal, o seguiréis vacilando? Siempre depende de vosotros tomar esa decisión por la cual nace uno por quien esperamos.
Devotamente, permanezco
Arcángel Gabriel
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Lucas 1:26-38.
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Marcos 13:31.
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Marcos 10:15.
Vol. 15 No. 50 - Amado Arcángel Gabriel - 10 de diciembre de 1972
La Sierva de Dios
Amados Corazones de la Humanidad,
A través del espacio interestelar, desde mundos lejanos vine hace mucho tiempo a María, una santa niña conocida en el Cielo y preparada para ser verdaderamente la sierva del Señor. (1) ¿Cómo se acerca un Arcángel a aquel que, aunque preparado para recibir la más alta Verdad, aún está conmovido por aquellos elementos de conciencia que se ocupan de lo mundano, de las necesidades de la vida, de esas cosas que tan a menudo roban el tiempo de Dios para acercarse al alma?
Afortunadamente, sin embargo, vine a una que conservaba dentro de sí el recuerdo de los mundos espirituales y los reinos superiores, de esos tonos de amor y Verdad que crearon una disposición en ella para ser la sierva de Dios. Y en verdad, cuántas madres en cada época realmente han estado dispuestas a dedicarse a traer a luz esa cosa santa que de ti nacerá, que será llamado Hijo de Dios. (2)
Así pues, no debería sorprender a la humanidad de la tierra que muchos hoy en día deseen solo duplicarse a sí mismos, producir una creación de limitación, de hábito, una que está ligada al dominio exterior en lugar de a la dominación. Por lo tanto, aunque los anfitriones celestiales podrían venir a aquellos que hoy invocan la concepción inmaculada, no lo hacen porque su salutación no es escuchada y su intercesión no es atendida por la mayoría de las mujeres del mundo. Sin embargo, hay muchos que desean con todo su corazón ser madre de un hijo de Dios sin temor a la persecución psíquica y acusación humanas, y mantener ese contacto con nuestro reino y ese estado mental que es una nueva esperanza no solo para las huestes angélicas, sino también para Dios mismo.
La preparación para la maternidad es una dulzura astuta. Y el conocimiento que se transmite internamente a aquellos que aspiran a este alto llamado es el conocimiento del Espíritu Santo, el conocimiento de los reinos superiores que frecuentemente se acercan a la tierra. ¡Por qué, todo el hermoso drama del Cristo Cósmico está listo y esperando para repetir el triunfo del santo Niño Cristo una y otra vez!
Aspirar a traer al Niño Divino en unión familiar sagrada no es una profanación de Jesús, María o José, sino más bien el cumplimiento de la ley de Dios que ellos representaron como un ejemplo para todos. El joven Maestro dijo: «De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y mayores que estas hará, porque yo voy al Padre». (3) ¿No suena esto, oh bendita humanidad, como si el Cielo no pretendiera que todo el hermoso triunfo del Cristo se engendrara en cada corazón?
YO SOY Gabriel. Y ya sea que el hombre pueda aceptar esta verdad, que mi capacidad de alcanzar al hombre encarnado hoy, el hecho sigue siendo que puedo, que lo hago y que lo haré. Y si parece extraño o forzado que pueda traer estas mis palabras vivientes, entonces mantened también el concepto inmaculado para aquellos de nosotros cuyos corazones nunca desacreditarían ni una pizca del sueño de Dios, sino que solo lo embellecerían con un mayor contacto, con una mayor intensificación del amor de Dios en el hombre, el mismo amor que cantó hace mucho con los ángeles en el sonido sin sonido del fuego cósmico del cielo.
¿Cómo es estar en nuestro reino, oh humanidad de la tierra, que no es tan diferente del vuestro? Nuestra conciencia y realización de la Vida es totalmente divina; sin embargo, somos capaces de retener la causa, el efecto, el registro y la memoria de todos los pensamientos de Dios al mismo tiempo que la mediación divina se extiende en parte a través de nosotros, como a través de Jesús el Cristo y los Sí Mismos Crísticos de toda la humanidad, mientras servimos para hacer vuestro mundo más fértil y menos estéril.
La salvación es del Espíritu, no de la carne, oh humanidad. Y cuando os detengáis a reflexionar sobre esto, os daréis cuenta de que solo las almas requieren cuerpos. Con suerte, hay quienes pueden percibir correctamente la necesidad de que algunos deben sostener y guardar bien la llama de un alma viva hecha carne para que sea hecha Espíritu. Primero es Espíritu; luego se hace carne; y luego nuevamente se hace Espíritu en esa conciencia consciente que retiene la memoria de todos los dones y triunfos que el alma individual debe compartir mientras se acerca al trono de la gracia cósmica.
Sí, hay «tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado»; (4) pero todas las cosas están diseñadas hacia la permanencia. Aquello que es carne y sangre, aquello que es del polvo de la tierra, vuelve al polvo (5) hasta que el polvo mismo sea liberado para pasar a la Realidad espiritual. Pero entonces el envoltorio físico, el cuerpo mortal del hombre, puede ser elevado a través del proceso de ascensión. Aquellos que pueden aceptar la realidad científica de esto saben que cada átomo de cuerpo, mente y alma, cada erg de energía puede ser hecho completo, más blanco que la tierra de batanero, hasta que el alma en deleite de Dios derrame sus propios rayos a través de la noche humana y todo sea pura Luz.
El triunfo de la regeneración, de la resurrección, de la ascensión, el triunfo de la inmortalidad sobre la mortalidad, está dentro de ti. A medida que esta Luz del Cristo se expanda, el mundo será incendiado por el amor divino no solo de bandas angélicas errantes, sino de Dios mismo. Y ¿quién es mayor? El triunfo de la realidad de Cristo es tuyo para que puedas nacer de nuevo no solo después de la carne, sino también después del Espíritu.
Oh mis queridos amigos de la Luz, receptores del anuncio de Gabriel, (6) aceptad que Cristo nazca en ti como una creación espiritual. Y acepta que tú nazcas en Él. Porque Él también ha preparado un pesebre de su propio amor y lo ha modelado para ayudar a todos, sanar a todos, amar a todos, para que todos triunfen en Su nombre.
Devotamente,
YO SOY un Arcángel llameante de la banda de Dios,
Gabriel
Nota: Gabriel es el Arcángel del Cuarto Rayo de la Pureza. Su complemento divino es la Arqueia Hope. Su retiro está en el plano etérico entre Sacramento y el Monte Shasta, California.
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Lucas 1:38.
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Lucas 1:35.
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Juan 14:12.
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Eclesiastés 3:2.
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Génesis 3:19.
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Lucas 1:26-33.