ÁNGELES – MENSAJEROS CELESTIALES

El Amor de los Ángeles es un Imán Divino

El amor de los ángeles es un imán divino que mantiene a las estrellas en sus rondas designadas, a los átomos de nuestro ser inclinados a hacer la voluntad celestial y a cada mónada en su lugar legítimo. Su amor es un tono sagrado, la música de las esferas, el Espíritu que anima la naturaleza y todas las cosas bellas.

Así, mientras que la porción del hombre era convertirse en el Cristo y sostener en la Tierra el radiante resplandor de la mente de Dios, los seres de los elementos construirían el templo para enaltecer su sabiduría: piedra sobre piedra de voluntad medida, el diseño del Arquitecto. Y los seres angelicales, inspirados por el plan, se comprometieron a traer brasas de inspiración aún ardientes del hogar del Padre. En esta trinidad de cooperación contemplamos la acción del Cristo Cósmico y la manifestación equilibrada de la llama trina cósmica de sabiduría, amor y poder

Meditación Musical para los Ángeles

Rêve Angélique, o Sueño de Ángel, (Kamenniy-Ostrov, Op.10) de Anton Rubinstein, refleja el ritmo musical y las armonías que están en el centro de nuestro cosmos y la acción de los serafines mientras forman círculos y niveles enfocando las energías de Dios alrededor del Sol Central. 

Arcángeles Nuestros maestros, guardianes y amigos

Los arcángeles son seres extraordinarios, extensiones del mismo Dios, personificando su gracia, majestuosidad y poder. Todos los arcángeles son sanadores. Vienen como cirujanos maestros para reparar nuestros cuerpos, incluso mientras reparan los ropajes de nuestras almas. No hay campo de estudio en el que no sobresalgan. Junto con los Elohim, ejercen el poder de crear o descrear la vida.

El título «arcángel» se les dio a aquellos que se convirtieron en maestros de sus mundos «como es arriba, es abajo» y el de «arquea» a sus complementos femeninos. Para ganar este cargo, muchos de los que ahora son arcángeles tuvieron que encarnar en forma humana, experimentando las mismas pruebas que los hijos e hijas de Dios. Sin embargo, hubo algunos que permanecieron en el mundo celestial y nunca tomaron cuerpo en la octava física.

El Morya nos instó diciendo: «Ahora digo, invoquen el impulso de los siete arcángeles para amplificar en su alma y en su deseo de ser completos los sentimientos de Dios que obligan a toda la conciencia a conformarse con la geometría del ser. Los siete arcángeles ejercen el poder, la sabiduría y el amor del Infinito, de un cosmos aún por nacer dentro de ustedes, mientras las energías microcósmicas y macrocósmicas convergen para convertirse en el tejido y la trama de la fuerza vital creativa. Ahora expandan la copa de la conciencia para contener al arcángel de su rayo.»

Dios creó a los ángeles a partir de su propia esencia como seres que sustentarían sus magníficos sentimientos en todo el universo. Su tarea era infundir a los hombres y a los elementales esas cualidades necesarias para planificar y ejecutar la voluntad de Dios en la Tierra: fe, esperanza y caridad, paz, comprensión y compasión, pureza, consuelo y sanación, misericordia y perdón, y alabanza de la vida eterna que uniría a hombres y elementales en servicio a su Creador y en amor mutuo.

Los mensajeros angelicales llevan la magnitud del potencial divino a los rincones más lejanos del cosmos y la conciencia. Vienen portando colores arcoíris de alegría, belleza y deleite, presagiando el advenimiento del Cristo en cada hombre. Su amor y dirección infalible son un llamado claro que integra el Yo inferior y el Yo Superior en unidad de propósito, plan y acción. Su amor es un bálsamo de amistad, un ungüento de sanación y el aceite de inspiración celestial.

 

 

 

 

The Summit Lighthouse/Your Divine Spark
https://www.summitlighthouse.org/angels/